jueves, 28 de abril de 2011

Trabajo 1: La lengua crítica de Andrade












Óscar Andrade no tan sólo es conocido por su voz. Los últimos años, también ha tomado fama de confictivo. Es un adjetivo que él admite haberse ganado hace varias décadas, cuando luchó contra la censura a los artistas durante la dictadura. Más tarde, definiría a la Concertación, los sellos discográficos, productores y casas comerciales como “un organismo político que sólo busca controlar a los cantantes chilenos“. Tildado como un hombre con serios problemas sicológicos por Camilo Fernández, y con ironía como el “justiciero crónico“ por Rafael Gumucio, Andrade nos cuenta cuál es la mafia que quiere dejar al descubierto.



El compositor de “La Tregua“ lleva casi dos décadas viviendo en Alemania, donde está dedicado a su música. En 2005, estuvo varios meses en Chile mientras participaba en el programa de TVN Rojo Vip. En esa ocasión, acusó a Camilo Fernández, jurado del estelar, de estar inhabilitado para votar por recibir dinero de las ventas de Buddy Richard al ser poseedor de los derechos de varios temas del cantante, que también era un participante. Semanas después, sus dardos apuntarían a las transnacionales, y las acusaciones subirían de tono.



¿Cuál fue la denuncia que efectuaste en contra de TVN y EMI el 2005, mientras participabas en Rojo Vip?


Por una fuente muy importante, me enteré que entre ambos existía una asociación para piratear los discos que se grababan gracias al programa, lo que me parece la mierda más grande que puede existir. Después de enfrentar a los productores, puse una denuncia en el Consejo de Defensa del estado de Chile, y su presidenta, Clara Szczaranski, me llamó para decirme que esos asuntos eran personales, que no debían tratarse ahí. Yo me pregunto ¿cómo una mafia como esa puede ser un asunto personal?



Afirmas tener pruebas contra esto. ¿Por qué no las has mostrado públicamente?


Si no las tuviera, ya me habrían demandado. Nadie lo hace porque no pueden, saben que digo la verdad y que tengo cómo demostrarlo.



Dices que eres la persona que lleva más años exiliada de Chile. ¿Qué quieres decir con esto?


A mí me desterraron de mi país para siempre por decir las cosas que muchos saben pero que nadie se atreve a decir. Porque fui el primero en contar que los sellos, la Feria del Disco y los productores se ponen de acuerdo para cagarse al artista, para hacerse ricos a costa de su trabajo. Si yo no estuviera censurado volvería encantado, pero me cerraron las puertas igual que a la Palmenia Pizarro.



Concretamente ¿Cuáles son tus acusaciones?


Además de la piratería que hacen las mismas transnacionales, es el vínculo que tienen con el gobierno. A ellos no les interesa legislar esta mafia, llena de delincuentes de terno y corbata, porque lo que le interesa a los políticos es que sean estas empresas las que controlen a los músicos chilenos, que los tengan en su lugar. Porque nosotros convocamos más gente que ellos, y eso les da miedo.



Esta mafia que tú mencionas ¿Ha existido desde siempre? ¿Cómo eran antes los sellos?


Siempre han sido una empresa abusiva, que se caga al artista. Yo firmé contrato con Emi en 1985, por 10 años, un gran error porque me amarré. Esa vez sólo grabé un disco, querían que mi contrato especificara un número de grabaciones pero yo no acepté esos términos.



¿Cómo recuerdas el trabajo con el sello y qué pasó con los derechos de tu música?


El trabajo fue horrible. Ellos no promocionaron mi música, no pegaron ningún cartel. Me pagaban como el 1.5% de las ventas totales del disco y se quedaron con los derechos del máster, pero yo recuperé los derechos de autor.



¿Cómo lograste hacer eso?


Cuando firmé el contrato con el sello, leí la letra chica. Ahí decía que pasados diez años, yo podía reclamar los derechos de autor, pero no del máster. Cuando se cumpliera la fecha sólo tendría 15 días para hacer el trámite. Nadie me lo recordó, mucho menos me lo explicaron cundo firmé. Jamás pensaron que desde Alemania me iba a acordar y a hacer los trámites.



¿Qué solución le vez al problema?


Creo que en Chile los sellos deberían trabajar como en Alemania, donde el sello abre una cuenta bipersonal con el artista, para que él pueda, todos los días si quiere, ver qué se hace con el dinero de la producción de su disco. Así sería más transparente y no se cagarían a tanto cabro joven.



Actualmente, Óscar sigue viviendo en Alemania, donde trabaja grabando desde el estudio en su casa. Está escribiendo un libro en el que detallará los costos que ha tenido que pagar por hablarle golpeado y, desenmascarar, como dice él, a los sellos discográficos. Además, acaba de componer una canción llamada “La dictadura democrática” dedicada a todos los que acusa. El coro del tema dice “Si te quieres hacer dictador, ve a una radio o a la televisión, entra a una multinacional, y cambiarás por un premio mayor tu liberta de expresión”.





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