La tecnología 3D revolucionó el mundo del cine. Las salas volvieron a llenarse, y los niños de la familia han sido los más beneficiados con las secuelas de todas sus cintas favoritas. Pero aún hay algo que molesta: los anteojos. La buena noticia, es que los lentes en las salas tienen sus días contados.
Fuente: www.fayerwayer.com
Una empresa española ha desarrollado un software capaz de convertir de forma automática imágenes estereoscópicas (3D) a imágenes autoestereoscópicas, es decir, que pueden visualizarse en 3D a simple vista, sin necesidad de utilizar gafas especiales.
¿Cómo funciona? Pues partiendo del cálculo de la profundidad en la pareja de imágenes que proporciona el formato estereoscópico, es decir el que se usa en las películas 3D, la técnica construye un modelo tridimensional de la escena y calcula las vistas adicionales necesarias (hasta ocho o nueve) para la autoestereoscopía como si se tomaran fotografías virtuales de dicha escena, desde diferentes ángulos, simulando lo que los ojos verían desde cualquier posición.
Sus desarrolladores, una startup llamada “Mirage Technologies”, ubicada en el Parque Científico de la Universidad de Valencia, explican que su solución es pionera y que ya ha permitido a productoras de contenidos 3D de diversas partes del mundo mostrar sus materiales en pantallas 3D gigantes y sin gafas.
Esta tecnología estaría cerca de masificarse, siendo sus primeros beneficiarios los museos, las productoras de cine y video, los fabricantes del sector audiovisual y las agencias de publicidad; y aseguran que en menos de un año ya podríamos contar con un hardware que permitirá la televisión 3D doméstica sin gafas
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