martes, 12 de mayo de 2009

**PURA PASIóN POR EL SOUL/ROCK**

La carrera de Gustavo Figueroa, integrante del grupo “Raiza” partió en el año 2000. Desde entonces ha ido en ascenso, sin embargo, el crítico panorama que afecta a los sellos discográficos, también lo ha tocado a él como intérprete y compositor de su música. Hoy como artista independiente espera que el mercado se renueve y acepte los desafíos que están por venir.

** Experiencia de trabajo con los sellos discográficos.
Nuestra experiencia con los sellos fue muy buena. Firmamos contrato en 2001. Cuando en SONY escucharon nuestro demo les gustó y estuvimos durante
dos meses de negociaciones. El sello no quiso que nosotros le mostráramos el material a otra casa discográfica, querían exclusividad y el contrato no demoró nada en salir. Las cláusulas eran muy buenas, porque nos proyectaban como un grupo a largo plazo. Generalmente el contrato dura 5 años, en donde se hacen 3 discos. Nosotros estuvimos 3 años con ellos y alcanzamos a grabar 2 discos, hacia finales de 2003. En el contrato no estaba estipulado un tiempo definido, entonces cuando decidimos dejar de trabajar con ellos accedieron sin problemas porque ya habían trabajado harto con Raiza y nos habían promocionado mucho. Después comenzamos a trabajar de forma independiente hasta que luego de ser parte de la banda sonora de la película chilena “Kiltro”, el sello EMI nos escuchó y se interesó por contratarnos.
En comparación no podría decir que el contrato de uno es mejor que otro, porque con los dos hubo muy buena relación, y los beneficios en ese tiempo para los artistas eran muchos.

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¿Cuáles eran las facilidades de su contrato?
Se encargaba de la producción y promoción. Para nuestro primer disco gastaron 8 millones en hacerlo y 22 en promocionarlo, entonces que nos dieran el 7% para repartirnos entre los tres integrantes del grupo tampoco era tan malo. Más que mal ellos se encargaban de todo, nos promocionaban el cd, nos conseguían conciertos en vivo y financiaban el master, que era la grabación del material, en lo que el sello invertía, tanto en su promoción como distribución.

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¿A quién pertenecía el master de sus canciones?
Al grupo, porque nosotros componíamos todas las canciones. En ese sentido existen tres áreas de remuneración: los autorales, que pagaban cada vez que sonaba la canción, los master, que es el material fonograma y la música en vivo. De estas tres áreas sacabamos buena plata.
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Y qué pasa con el tema de la piratería…
Estoy totalmente de acuerdo. Ya no se puede hacer nada para frenarla y sólo hay que buscar la mejor forma de unirse. Estoy a favor porque también así se diversifica tu música y te pueden conocer muchas más personas.

** En cuanto a los derechos del autor ¿cómo manejaban eso?
Todo lo componíamos como grupo. Yo personalmente he escrito el 90% de las canciones de Raiza desde que partimos. En un comienzo cuando firmamos contrato con Sony eramos un producto del sello. Ellos compraron un paquete y aceptamos. Después el contrato con EMI fue por licencia, lo que quiere decir que ganábamos muchas lucas por la escritura de las canciones.

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¿Alguna vez pensaste que la situación se tornaría tan crítica?
Tanto uds. como la industria tuvieron algún indicio de la magnitud del cambio que los afectaría


Claro que sí, los sellos y nosotros sabíamos lo que vendría.
Siempre supimos que era la caída de los sellos era inminente. Fuimos una de los últimos grupos locales por los que la disquera apostó a largo plazo, por así decirlo, la última generación de artistas que pudieron hacer una carrera. Porque hoy día es fácil hacer un disco. Uno puede adaptar un estudio en su propia casa con un buen computador y micrófono, pero el talento es difícil de demostrar.
De hecho existían varios indicios cuando nosotros firmamos contrato. Los sellos comenzaron a fusionarse. Las discográficas de Perú y Bolivia fueron consumidos por la piratería, que desde hace mucho tiempo era más fuerte que aquí en Chile. Entonces la industria se quedó sólo con los productos exitosos y ya consolidados, dejando de lado la música local. Sólo conservaron a los artistas locales que ya habían ganado un espacio y los explotaron más.

** Bajo tu punto de vista ¿Cuál crees que sería la solución, o salida más viable para que sigan sobreviviendo?
Los sellos discográficos no van a desaparecer pero si se van a tener que reinventar porque sino van a quedar obsoletos. Yo creo que en el futuro van a nacer los canales de televisión vía Internet. Van a existir los recitales por Internet y los sellos van a empezar a comprarlos, adaptarse.


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