miércoles, 13 de mayo de 2009

Sellos amateurs, mala opción

(Entrevista a Alejandro Marin, ex bajista de "Criogenia")
Por Andrea Molina

Durante el año 2002 Alejandro Marin se convirtió en el bajista de Criogenia, una banda de metal que  comenzaba a tener renombre dentro del mercado musical nacional. En el año 2003 la banda se asoció con un pequeño sello discográfico y preparaba la grabación de su primer disco, al que titularon como “Immortal Disease”.  A pesar de que esta prometía ser todo un hito dentro de la carrera de este grupo, la experiencia no resultó tan satisfactoria como esperaban.


Las cosas funcionaron mal desde un principio.
El sello era nuevo y no tenía muchos recursos,
una sola persona hacía todo el trabajo por lo que muchas cosas que se habían pactado quedaron de lado. Los tiempos estimados nunca se cumplieron y el disco se demoró mucho en salir. El encargado del sello tenía una forma muy  tránsfuga de trabajar, lo ayudaba un contacto que tenía en Argentina lo que reducía sus gastos, peor volvía muy incierto el trabajo de la banda.

Marín nunca firmó ningún contrato, el era sólo el bajista y
los acuerdos se llevaban a cabo entre el líder de la banda y el encargado del sello, ellos arreglaban todo. Sin embargo, los integrantes de la banda estaban muy tranquilos: ellos se encargaban de la grabación y el sello ofrecía producción en serie y difusión del disco, todo dentro de los parámetros ya conocidos por las bandas musicales. Pero nunca nadie supo de porcentajes ni recibió ningún dinero.

En términos formales el sello cumplió.
Se encargó de la difusión del material musical en Feria del Disco y tiendas amateurs,  les dio presencia internacional en páginas de metal europeas y de alguna manera colaboró en un teloneo a Morbid Angel, banda de death metal reconocida mundialmente. Sin embargo, la experiencia para este joven músico resultó bastante desagradable. “Tuvimos que arrastrarnos y someternos a las condiciones que el sello imponía. Pero no nos quedaba de otra, era la única oportunidad que teníamos de ampliar nuestro mercado”, confiesa.

Hoy, Marín ya no pertenece a Criogenia. Ahora tienes nuevos planes para formar un nuevo grupo musical con algunos amigos, pero en un estilo totalmente distinto.
Cree que la industria discográfica va en picada y que le queda muy poco tiempo de vida. Sin embargo, asume que los sellos discográficos son un mal necesario para los artistas, pues son un pilar fundamental en el tema de la difusión. Puede ser que los discos estén pasando de moda, pero es necesario que alguien te ayude a producir una presentación en vivo, y debe ser alguien que conozca el mercado.



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